Andén de Santa Justa.

Santa Justa, mi destino y mi llegada. La estación, vacía, evoca una especie de soledad que se ve interrumpida con la luz del fondo. Un punto de fuga donde se confunde las vía con el destello.
Por otro lado, también es una fantástica obra arquitectónica. No obstante, fue construida para la Expo'92, que supuso un importante impulso creativo y urbanístico para la ciudad.

2 Comments:
Magnífica foto, Zorg. A mí me da impresión de profesionalidad, ese tono clásico que es imperturbable y difícil de conseguir, por cierto.
Lo que no comparto es tu visión sobre la Expo'92. Para mí fue un timo donde algunos se pusieron las botas XD. Pero esto deberíamos discutirlo en Atareq, para no empañar esta obra de Arte ;).
Penélope, con su bolso de piel marrón, sus zapatitos de tacón y su vestido de Domingo, se olvidó de esperar los ojitos llenitos de ayer que la cegaron. Uno no es dueño de sí mismo cuando está enamorado, pero el corazón roto fue suturado por la distancia y acelerado en el rigor del rosario de los polvos de su ausencia. La paciencia pierde, los segunderos tensan la áspera suavidad del romanticismo y el frío busca la sombra de radiadores que calientan a plazo fijo y con factura.
Ya no viaja el lento ferrocaril de periódico, conversación y anhelo que te elevaba sobre el resto de la humanidad, ignorando que el tiempò es un valor en si mismo. Iberia deja París más cerca que Sanlucar y, aunque nos empeñemos en no crecer, nos lanzan al futuro de la alta velocidad, que puebla de laísmos la Maestranza. Los costes del progreso volvieron rutinarios y prosaícos los andenes, hasta que les distes un toque de melancolía.
Bienaventurados los que miran con otros ojos, porque ellos serán vida.
El sueño de la Expo se esfumó en la ciudad que no avanza, narcisismo que pudo y no cuajó, despertar grotesco que se llevó también a Penélope. Y sin embargo... te quiero.
CURRO.
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