Mírame, y dime qué ves.
El tiempo pasa y todo sigue siendo igual, todo en esencia. Es cierto, ya nada cambia sino se transforma. No se genera, sino se muta.
Estancado aquí, decido dar un paso adelante (dejando algunas "obligaciones" a medio terminar) para reflexionar. No quiero saber quién soy, no de dónde vengo, ni tampoco a dónde voy; esa filosofía ya está desfasada, además es un círculo vicioso (dígase Espiral) en la que llevamos inmersos más de dos mil años de pensamientos filosóficos, y sólo conseguimos un falo por respuesta. Yo prefiero, ahora que me estoy abriendo aquí, a pensar en el momento. Sí, ya sé que este pensamiento no es nuevo, pero es que aquello del "carpe diem..." se ha convertido en propaganda electoral (o de supermercado, también) y no me apetece seguir la corriente.
-¡Mírame! Y dime... ¿qué ves?
Yo quiero saber lo que hago. Parece fácil, ¿no? Pero es que hay algo detrás de todo esto que me obliga a segiur pensando, ¿qué coño estoy haciendo con mi vida? Yo tengo una teoría (hay un amigo que tiene varias para todos los ámbitos, hasta los sexuales), y es que, aún sin saber si existe el infierno (el cielo es lo que permanece por encima de nuestras cabezas), creo que debemos vivir de manera que cuando sintamos la presencia de la canina segando, digamos "he vivido como quería". Yo creo que ese es el "otro" cielo.
-¡Mírame! Y dime... ¿qué ves?
Sigo con este razonamiento. Veréis, no creo que podamos demostrar la existencia de dioses o diablos; los mitos se nos están cayendo; y lo peor de todo, los filósofos se encuentran bebiendo merca-cola en disco-pubs con entrada libre para las señoritas, y un cuasi-homínido (más cerca del mono que del homo sapiens) en la puerta y, a su "juicio" (si es que alguna vez lo tuvo), te permite o deniega la entrada a los hombres. Dicho de otro modo, la filosofía está en decadencia. Busquémos nuevas rutas, nuevos pensamientos. Nuevos cursos, nuevos mitos y nuevos dioses.
-¡Mírame! Y dime... ¿qué ves?
De repente me entraron unas tremendas ganas de contaros para qué sirve pensar. Estoy en ello, pensando. De todos modos, y como os dije antes, lo importante de esta vida es vivirla. Sólo tenemos asegurada esta, las demás vendrán como "premios" en la quiniela de la religión; así que no me hagas el feo, y cada día piensa en lo que haces. ¿Cómo es tu vida? ¿Te gusta? Empieza a cambiar las cosas. Te harás feliz, desde hoy hasta mañana. Nos harás feliz a nosotros. Y serás feliz cuando mueras, porque desde hoy te digo que vas a morir. No te lo tomes a mal, es algo natural. Lo jodido no es morirte; lo jodido es no elegir tu muerte, lo jodido es que no sabes cuándo, y lo jodido es cómo se quedan los demás. Por eso, te vuelvo a decir, vive feliz y déjanos una buena impresión (que sea cierta), porque el alma es eso. El espíritu será lo único que nos dejes, por eso, y te vuelvo a repetir, déjanos ese espíritu feliz que será lo único que nos quedará de tí.
-¡Mírame! Y dime... ¿qué ves?
-Ya veo algo, creo que te veo sonreir.
Luego volvió a cerrar los ojos, y se quedó dormido sobre el asfalto. De repente un leve viento fresco, pese a que estábamos en verano, recorrió sus rostros. Uno sentía que se le iba la vida, el otro...ya se le había ido.
Estancado aquí, decido dar un paso adelante (dejando algunas "obligaciones" a medio terminar) para reflexionar. No quiero saber quién soy, no de dónde vengo, ni tampoco a dónde voy; esa filosofía ya está desfasada, además es un círculo vicioso (dígase Espiral) en la que llevamos inmersos más de dos mil años de pensamientos filosóficos, y sólo conseguimos un falo por respuesta. Yo prefiero, ahora que me estoy abriendo aquí, a pensar en el momento. Sí, ya sé que este pensamiento no es nuevo, pero es que aquello del "carpe diem..." se ha convertido en propaganda electoral (o de supermercado, también) y no me apetece seguir la corriente.
-¡Mírame! Y dime... ¿qué ves?
Yo quiero saber lo que hago. Parece fácil, ¿no? Pero es que hay algo detrás de todo esto que me obliga a segiur pensando, ¿qué coño estoy haciendo con mi vida? Yo tengo una teoría (hay un amigo que tiene varias para todos los ámbitos, hasta los sexuales), y es que, aún sin saber si existe el infierno (el cielo es lo que permanece por encima de nuestras cabezas), creo que debemos vivir de manera que cuando sintamos la presencia de la canina segando, digamos "he vivido como quería". Yo creo que ese es el "otro" cielo.
-¡Mírame! Y dime... ¿qué ves?
Sigo con este razonamiento. Veréis, no creo que podamos demostrar la existencia de dioses o diablos; los mitos se nos están cayendo; y lo peor de todo, los filósofos se encuentran bebiendo merca-cola en disco-pubs con entrada libre para las señoritas, y un cuasi-homínido (más cerca del mono que del homo sapiens) en la puerta y, a su "juicio" (si es que alguna vez lo tuvo), te permite o deniega la entrada a los hombres. Dicho de otro modo, la filosofía está en decadencia. Busquémos nuevas rutas, nuevos pensamientos. Nuevos cursos, nuevos mitos y nuevos dioses.
-¡Mírame! Y dime... ¿qué ves?
De repente me entraron unas tremendas ganas de contaros para qué sirve pensar. Estoy en ello, pensando. De todos modos, y como os dije antes, lo importante de esta vida es vivirla. Sólo tenemos asegurada esta, las demás vendrán como "premios" en la quiniela de la religión; así que no me hagas el feo, y cada día piensa en lo que haces. ¿Cómo es tu vida? ¿Te gusta? Empieza a cambiar las cosas. Te harás feliz, desde hoy hasta mañana. Nos harás feliz a nosotros. Y serás feliz cuando mueras, porque desde hoy te digo que vas a morir. No te lo tomes a mal, es algo natural. Lo jodido no es morirte; lo jodido es no elegir tu muerte, lo jodido es que no sabes cuándo, y lo jodido es cómo se quedan los demás. Por eso, te vuelvo a decir, vive feliz y déjanos una buena impresión (que sea cierta), porque el alma es eso. El espíritu será lo único que nos dejes, por eso, y te vuelvo a repetir, déjanos ese espíritu feliz que será lo único que nos quedará de tí.
-¡Mírame! Y dime... ¿qué ves?
-Ya veo algo, creo que te veo sonreir.
Luego volvió a cerrar los ojos, y se quedó dormido sobre el asfalto. De repente un leve viento fresco, pese a que estábamos en verano, recorrió sus rostros. Uno sentía que se le iba la vida, el otro...ya se le había ido.
para Atareq, con afecto y efecto.
2 Comments:
Leo tu poema de noche, con música de fondo. Profunda música negra (lo es para mí, ahora
ninguna otra opinión me toca).
Yo te miro, miro tus palabras y veo a una persona que amablemente nos abre los ojos para
que podamos vernos a nosotros mismos.
Es cierto, los ángeles y los demonios y los dioses (salvo Dios, que probablemente lo es
todo y que sin duda no podemos intuir) han desaparecido o están muriendo definitivamente. Dice Borges, en un cuento o sueño (nunca lo sabremos con certeza) titulado Ragnarök: "Eran los dioses que volvían al cabo de un destierro de siglos". Tus palabras podrían ayudar a muchos a despertar del vano opio de los cielos y los infiernos. Despertarían a la vida, a la dignidad, a la fuerza y a la alegría. Esos dioses también parecen estar abandonándonos poco a poco.
El espíritu, ese misterio indescifrable pero intenso como la vida, que tú (y yo también) cifras en la suma de experiencias que dejaremos a nuestro paso, ¿existe realmente? Una vez discutí conmigo mismo sobre la existencia y ninguna de mis posturas prevaleció sobre la otra. No podemos saber si existimos y, por tanto, si existe el espíritu. Pero lo sentimos, de eso no hay duda. Sentimos lo que somos y lo que son quienes se fueron. Por eso he escrito "dice Borges" y no "dijo" o "decía". Porque ilusoriamente (y acaso realmente) prolongamos la vida de esa persona en nuestros actos, en nuestra propia vida.
El final es pura poesía emocional. Mis arduas palabras no deben manchar la intensa daga de su significado.
Te dejo con la música que me envuelve todavía...
"I'll walk for you
Through the desert heat
I'll climb the mountains highest peak
I'll swim forever in the deepest sea
Just for you this song I sing
For all the love and joy you bring
For you I'll try
To do the impossible things"
(Brandy - Put that on everything)
Agonía de necesidad, escapada de infieles responsables, pelea por un yo, mi, me, contigo, huída inútil a la esperanza, horas de sueño, consuelo de soledades, huecos de vacío, gloria que respiro, purgatorio de incultos, rincón de verdades, paraíso de incomprendidos, segunda casa.
Regalamé tu espacio, transformaté pero no cambies. Con la más sincera y profunda admiración, tu amigo siempre:
CURRO/ FRAN.
P.d.: Perdona por no pasearme antes por tu sitio, debería estar entre mis obligaciones diarias.
Publicar un comentario
<< Home